La meditación en la de autorregulación emocional
Las emociones son procesos psicofisiológicos que tu cuerpo utiliza para transmitir un mensaje importante sobre lo que percibes en tu interior o exterior. Son una pieza fundamental para la vida, pero si no sabes cómo gestionarlas, pueden convertirse en un gran problema. Muchas personas eliminan o bloquean las emociones desconcertantes como la ira o el miedo, sin saber que esta acción puede debilitar su organismo y provocar que desarrollen enfermedades en un futuro.
La mejor forma de controlar las emociones siempre será reconocerlas y darles un espacio que permita procesarlas, no tiene que ser un tiempo muy largo. El mindfulness cuenta con diversas herramientas que pueden ayudarte a gestionar tus emociones y relacionarte de mejor forma con esta gran cualidad que humanos y seres vivos presentan. ¡Hoy descubrirás técnicas muy poderosas que puedes utilizar en cualquier momento de tu día!
¿Qué son las emociones y cuáles funciones cumplen?
Las emociones son procesos que se experimentan tanto en el plano psicológico como en el físico. Estas se han desarrollado para garantizar la supervivencia de muchas especies en la tierra, pues son un mecanismo que permite acciones como la huida, la exploración, la creación de lazos afectivos o la remoción de obstáculos de acuerdo a la situación. Las emociones están diseñadas para que se realicé una acción rápida sin pensar, pues estas buscan mantenerte a salvo.
Hay tres formas en las que se pueden producir las emociones:
- Por medio de un estímulo externo o interno.
- Cuando recuerdas algo que sucedió en el pasado.
- Al imaginar una escena o situación.
Aunque todos los seres humanos sienten las mismas emociones, estas no siempre se generan por el mismo motivo, pues existen detonadores sociales que todas las personas tienen en común, así como también algunos detonadores subjetivos que se encuentran relacionados con las experiencias y las vivencias personales de cada individuo; por ejemplo, algunos pueden sentir miedo por las arañas o los payasos, mientras que otros por las alturas, pues sus vivencias personales así lo determinaron.
Existen 6 emociones básicas que se desarrollan desde los primeros 2 años de vida, pero conforme creces, esta gama se va ampliando hasta desprenderse 250 emociones ¡imaginas la complejidad! Si aprendes a gestionarlas, podrás transformarte en una especie de artista capaz de pintar un gran cuadro de emociones y sentimientos en tu interior.
Las emociones básicas son:
- Alegría.
- Asco.
- Ira.
- Miedo.
- Sorpresa.
- Tristeza.
Es comprensible que las emociones a veces te abrumen, pues están diseñadas para provocar que actúes de forma instantánea sin pensar antes, lo que asegurará tu bienestar. Este mecanismo lleva miles de años en desarrollo, de modo que incluso las ranas, los perros, las vacas y otros animales pueden experimentar emociones. El cerebro también ha desarrollado otra gran cualidad que te permitirá mantenerte en el momento presente, esta cualidad se conoce como atención plena o mindfulness y solo se necesita practicarla constantemente para hacer de ella algo natural.
Controla tus emociones por medio de la meditación mindfulness
El mindfulness o atención plena es un estado de consciencia que se enfoca en el momento presente, el único sitio que podemos realmente habitar. Esta práctica puede llevarse a cabo durante la meditación o al tomar consciencia del aquí y el ahora, mientras realizas cualquier actividad como bañarte, lavarte los dientes o trabajar. Prueba las siguientes técnicas efectivas de meditación para controlar tus emociones.
1. R.A.I.N.
Esta práctica la puedes realizar al meditar o en cualquier otro sitio, procura tener una actitud amable y curiosa que te permita explorar la emoción. Esta técnica te permite reconocer tus emociones de forma sencilla por medio de 4 sencillos pasos:
- R = Reconoce la emoción
Realiza una pausa para identificar el tipo de emoción que experimentas, incluso puedes nombrarla y decirlo en voz alta “en este momento experimento _____________”
- A = Acepta la emoción
Ahora sabes que las emociones son una respuesta automática, no te juzgues por experimentarla y mejor regálate un momento para aceptarla de forma sincera.
- I = Investiga como surge y como se siente
Describe en que parte del cuerpo la percibes, ya sea opresión, sensaciones o cosquilleo. Observa y mantente curioso, sin generar juicios, simplemente hazte consciente.
- N = No te identifiques
Recuerda que no eres la emoción, pues esta no define quién eres, sino que simplemente la experimentas. Realiza algunas respiraciones profundas para poder liberarla.
2. Respiración diafragmática
Hemos visto que las emociones son un acto tanto psicológico como físico, en este sentido la respiración puede ser una gran aliada ya que respirar lento y profundo te permite regular el flujo sanguíneo y la actividad cardiaca. Con tan solo unos minutos de respiración diafragmática podrás notar los cambios, ya que te permitirá regresar a un estado de equilibrio capaz de transmitir al cerebro que te encuentras a salvo y tranquilo.
Para realizar este ejercicio lleva una de tus manos al abdomen, al inhalar lleva el aire a la parte baja de tu abdomen y siente cómo se infla mientras tu mano se eleva junto con él, cuando exhales la mano descenderá y la emoción desaparecerá por medio del aire. Realiza esta respiración durante al menos 5 minutos e imagina como el aire que te rodea es similar a un mar en el que puedes soltar todo aquello que ya no te sirve. ¡Te sorprenderás!
3. Visualización
Las emociones pueden originarse por estímulos internos o externos, así como recuerdos o imágenes que recreas en la mente. La mente no distingue la diferencia entre lo que imagina y lo que es real, de modo que puedes utilizar esta característica a tu favor para generar emociones positivas, aunque es importante destacar que si tienes una emoción intensa como la ira o el miedo primero debes trabajarla con las dos técnicas anteriores para posteriormente generar una emoción distinta.
Imagina que estás en un lugar mágico, lleno de naturaleza y donde te sientes seguro o en paz, también puedes evocar aspectos positivos de alguna situación o persona; por ejemplo, si tuviste una pelea con alguien cercano imagina todos aquellos momentos en los que han pasado instantes increíbles, otra forma es que si te sientes inseguro, puedes visualizarte logrando todos tus objetivos ¿Cómo se siente llegar a ese lugar? Utiliza la visualización para comunicarte con tu mente y lograr todo aquello que buscas.
4. Recuerda el principio de impermanencia
La impermanencia es una ley universal y constante que se encuentra en todas partes, pues nada es para siempre, ni siquiera el sufrimiento, el malestar o los momentos felices, todo pasará. Por eso lo mejor es poder observar cada momento y ser la consciencia detrás de este factor. Ten claro este concepto para llevar vida más plena.
Las emociones duran segundos, pero si las alargas y repasas en tu cabeza una y otra vez, pasará de ser una emoción a un estado emocional y esto sí puede durar horas, días o incluso meses; en cambio, si te desapegas y las observas con distancia, puedes verlas como nubes en el cielo u hojas del rio que vendrán y se irán. Puedes realizar alguna meditación guiada que trabaje la ecuanimidad y la permanencia, de esta forma al finalizar tu mente se sentirá más clara.
5. Escritura o journaling
La psicología ha estudiado la escritura como una vía efectiva para tener una visión más clara de los procesos internos, ya que te permite plasmar tus pensamientos, sentimientos e ideas en un espacio seguro que te ayudará a adquirir una conciencia más completa.
Saca todo lo que percibes ahora y verás como se libera la emoción, posteriormente puedes leerlo para observar cómo la emoción permeo ciertas creencias, además de cuáles fueron las cosas que despertaron estas emociones, esto te ayudará a tomar decisiones más certeras que te acercarán a donde realmente deseas llegar.
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